Welcome to the Ebury® Blog
Expert market insight and updates to help you navigate the ever changing global currency markets.
El dólar se resiente a medida que la euforia por el acuerdo se disipa
La noticia de la semana pasada sobre la drástica corrección de Trump a los aranceles chinos impulsó al dólar, pero el impulso pronto se desv...

Esta semana el dólar americano ha continuado con su tendencia bajista, depreciándose frente a todas las divisas del G10 -a excepción del dólar australiano-. Los movimientos han sido moderados, y la mayor parte tuvieron lugar en los mercados emergentes.
💻 ¡No te pierdas nuestro nuevo seminario online el próximo 29 de abril!
En la reunión del Banco Central Europeo de mañana no se prevén novedades que vayan afectar al mercado de divisas, aunque, no obstante, será analizada de cerca por los inversores.
El retroceso, un tanto sorprendente, que sufrieron los rendimientos de los bonos estadounidenses la semana pasada junto a unos datos económicos muy fuertes impulsaron en líneas generales a los activos considerados de riesgo, incluyendo las commodities, las acciones y el crédito.
Nuestros pronósticos se colocan entre los mejores para un total de ocho cruces de divisas, entre las que se cuentan algunas de las principales monedas del G10.
La venta de bonos estadounidenses ha disminuido y los rendimientos de los bonos del Tesoro parecen estar por ahora limitados en un rango, con la rentabilidad a 10 años oscilando entre el 1,60% y el 1,75%. El dólar ha tenido una semana irregular, retrocediendo frente a todas las divisas del G10 - a excepción de la libra-.
En una semana más corta de lo habitual por los festivos de Semana Santa, los activos de riesgo han seguido subiendo -encabezados por las acciones estadounidenses- ignorando la clara tendencia alcista a nivel mundial de los tipos.
La depreciación del euro que hemos venido anticipando durante el mes de marzo comenzó a confirmarse de nuevo la semana pasada. Con el aumento de contagios y la ampliación (o reintroducción) de las restricciones y confinamientos en la mayor parte de los países europeos, el pesimismo sobre las perspectivas a corto plazo del bloque se instala cada vez con más fuerza entre los inversores.